25 de junio de 2012

¿Nos Pasará igual?....

EL CUMPLEAÑOS DE CHICHÍ.

Chichí, una señora "muy mayor", le pide a su hijo:
- "Nene", (el nene tiene 72 años, calculen la edad de la mamá)
- Si mamá, le dice el nene 
- Quiero hacer una reunión con las chicas y me gustaría que me organices un poco...

- Como no mamá, quedate tranquila que yo te arreglo todo.
- Arreglar, que???
 - La fiesta mamá!!!
- Ah si!! ya me había olvidado.

Esa tarde el hijo llama a la madre a la cocina, y le muestra un papel
pegado en el frigorífico: 1- servir té 2- servir sandwiches 3- servir más té 4- servir pastitas de té

Qué bueno!!! dice la señora , ahora no tendré problemas ...
-gracias "nene"

Esa tarde llegan las "chicas"...
Chichí buena anfitriona, las acomoda en el living, se excusa y va a la cocina.
Lee :    
1.  Servir té
 

Y alli les lleva té a sus amigas, en una coqueta mesita..
Al rato de conversar sobre sucesos actuales (Chichí, te acuerdas cuando en 1931 ... )

Chichí, nerviosa, va a la cocina y lee otra vez:  

1.   Servir  té


Y les sirve más té... así 4 veces.
Por fin las chicas se van.

Una de ellas le susurra a otra mientras salen del edificio: 

- Tota, viste a Chichí… que mala anfitriona !!! Ni un jodido té nos sirvió…!!!

Tota, le responde:
- Chichí…, de qué Chichí me hablas???

Esa noche el hijo de Chichí llega a la casa de su madre y se asombra, al ver que los paquetes de sandwiches y de pastitas de té estan  intactos. Le pregunta:

- Mamá que pasó???
Chichí le responde: 

-  Podrás creer que las desgraciadas, no vinieron…!!!





19 de junio de 2012

El Derecho al Delirio

¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar?
¿Qué tal si deliramos por un ratito?
Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:
el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;
en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;
la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;
el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;
la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;
se incorporará a los códigos penales el delito de la estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;
en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;
los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;
los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;
los historiadores no creerán que a los países les encantan ser invadidos;
los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;
la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;
la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuosos caballero;
nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;
el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;
la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;
nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;
los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños en la calle;
los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
la educación no será privilegio de quienes puedan pagarla;
la policía no será la maldición de quienes no pueden comprarla;
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;
una mujer, negra, será presidenta del Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;
en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;
la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tabla de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;
la iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: "Amarás a la naturaleza de la que formas parte";
serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y se perdieron de tanto buscar;
seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido donde hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa y del tiempo;
la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.

Eduardo Galeano (Montevideo, 3 de septiembre de 1.940)

El Derecho al Delirio (Y nos lo cuenta él)



11 de junio de 2012

Hablando de la Nomofobia....



Marguerite Yurcenar, en su magnífico libro "Memorias de Adriano", escribió: 

"Dudo  que toda la filosofía de este mundo consiga
suprimir la esclavitud, a lo sumo le cambiarán el nombre".


Hasta no hace mucho tiempo en Estados Unidos, a los esclavos nuevos se les ataba una bola negra de hierro muy irregular (no era una bola perfecta), con una cadena y un grillete, al pie, para que no escaparan corriendo de los campos de algodón.

Los amos, para usar un eufemismo (palabra políticamente más correcta, suena más bonito), le llamaban "BlackBerry" (cereza negra). Ese era el símbolo de la esclavitud. Un esclavo estaría forzado a dejar su vida hasta perecer sin poder escapar en esos campos de siembra.  

Ahora, a los nuevos empleados no se les amarra una bola de hierro para que no escapen; se les da un "BlackBerry" y quedan inalámbricamente atados con ese "grillete", al igual que los esclavos; no lo pueden dejar de lado y quedan conectados al trabajo todo el tiempo.

Es el símbolo moderno de la esclavitud.

Gerentes, ejecutivos/as, directores y empleados/as en general tienen uno, y cualquiera puede ver cómo están pegados a él todo el tiempo; en el baño, en el auto, en el cine, en la cena, al dormirse y no hay forma de escapar cuando les llama el jefe o cuando les mandan correos.

 
No hay manera de decir que no les llegó o que no escucharon, porque ese aparatito avisa si llamaron y no contestaron, si tienen mensajes por leer, si los leyeron y si los demás abrieron sus correos, les marca citas, horarios, les despierta, se apaga solo, se prende solo, y permite, voluntad mediante, estar idiotizado horas en internet, mientras esposas, esposos, novias o novios, hijos y familias reclaman atención.

Y así se ven ejecutivos/as a los que "el jefe" les dio su BlackBerry para que no escapen de los campos del trabajo.

Era imposible pensar un nombre mejor…


1 de junio de 2012

Otra Puerta Giratoria


Resulta que la vida no era sólo empujar,
ni un juego de dudosos espejismos.
No había que perderse dando vueltas
en una puerta giratoria,
ni desconfiar de todos los reflejos,
ni creer cualquier cosa sólo porque
la imagen parecía verdadera.
Había que encontrar el punto justo
donde azar y destino son lo mismo,
el exacto momento en que la puerta
giratoria te ofrece una salida.

Amalia Bautista (Madrid-España 1962) Poetisa y Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Parte de su obra ha sido traducida al italiano, portugués, ruso y árabe, siendo Cárcel de Amor (1988), La Mujer de Lot y otros poemas (1995), Cuéntamelo Otra Vez (1999), Tres Deseos, Poesía Reunida (2006) y Roto Madrid (2008), algunas de sus obras más representativas.