28 de octubre de 2011

A poca biología que sepas....

"El parto de una lagartija"
Si has sufrido el "síndrome del veterinario", incluyendo algún funeral en la taza del water por un pez de colores, lee esto:
En resumen: tuve que llevar la lagartija de mi hijo al veterinario.
Esto fue lo que ocurrió:
Una noche, justo después de cenar, apareció mi hijo para decirme que a una de las dos lagartijas que tenía de mascotas en su habitación le pasaba algo raro. "Está tumbada y parece enferma" dijo. ¿Me podéis ayudar?"
Puse mi mejor cara de sanador de lagartijas, y le seguí hasta su habitación. Efectivamente, una de las dos lagartijas estaba tumbada boca arriba, y parecía muy nerviosa.
"¡Dios mío!" exclamó mi mujer. "Está dando a luz.""Qué?", dijo mi hijo. "si son dos machos!"
Yo me quedé igual de estupefacto.
Para entonces, el resto de la familia ya estaba allí, a ver qué pasaba. Me encogí de hombros, tratando de sacar el mejor provecho de la situación.
"Chicos, esta va a ser una experiencia fantástica" les dije: "estamos a punto de ser testigos del milagro de la vida"
Estuvimos todos atentos al animal, y después de un rato, vimos cómo algo parecido a una pequeña pata aparecía brevemente, volviendo a desaparecer tras un segundo escaso.
"Viene de patas," susurró mi esposa.
"Haz algo, papi!" urgía mi hijo.
"Vale, vale." Delicadamente, pillé la pata a la siguiente vez que apareció, y tiré de ella con suavidad. Pero volvió a desaparecer. Lo intenté varias veces más, con el mismo resultado.
"Llamo al 112?" sugirió mi hija mayor. "A lo mejor nos ayudan en el parto."
"Vamos a llevar a Ernie al veterinario," que así se llama la lagartija. Nos metimos en el coche, y nos
fuimos para la clínica.
"Respira, Ernie , respira," decía yo para animar a la lagartija.
Cuando ya llegamos, el veterinario se llevó la lagartija a la sala de exploración, y observó detenidamente al animal con una gran lupa.
"Qué piensa doctor, ¿quizá una cesárea?" le sugerí, científicamente.
"Esto es muy interesante" dijo el veterinario, ¿puedo hablar con ustedes en privado un momento?
“¿Ernie está bien?" preguntó mi mujer.
"Está perfectamente," nos aseguró el veterinario. "esta lagartija no está de parto..., de hecho, eso nunca ocurrirá. Ernie es un macho, un macho joven. Y de vez en cuando, según va llegando a la madurez, como muchas otras especies...pues....vaya....que se masturba. Justo como acaba de hacer, tumbándose de espalda". Se puso colorado, mirando de reojo a mi mujer.
Nos quedamos en silencio, tratando de asimilar aquello.
"O sea que Ernie está..está...simplemente... . . ... excitado," concluyó mi mujer.
"Exacto," replicó el veterinario, aliviado porque lo habíamos entendido.
De nuevo el silencio. Hasta que mi maliciosa y cruel mujer empezó a sonreír, a reírse por lo bajo, un poco más alto. Y al final a carcajadas.
Le caían lágrimas por la cara. "Es que... me viene a la cabeza la imagen de verte tirando de......su...pequeña....." tuvo que parar a coger más aire para la siguiente carcajada.
"¡Ya vale!," le advertí. Le dimos las gracias al veterinario y salimos de allí a toda velocidad, metiéndonos en el coche.
Mi hijo estaba muy contento de que todo hubiera ido bien. "Sé que Ernie te está realmente agradecido por lo que has hecho, papi,"  me dijo.
"Oh, no sabes cuánto," apostilló su madre, casi ahogándose de risa.
Dos lagartijas: 140 €.
Una jaula: 50 €.
Veterinario: 30 €.
El recuerdo de tu marido tirando de la picha de una lagartija: No tiene precio!
Moraleja de esta historia: Pon más atención en las clase de biología. Las lagartijas ponen huevos!